Un poco de arquitectura y más cosillas...

Hoy toca ver distintos edificios que me he ido encontrando estos días. La verdad es que la variedad es impresionante, tanto la nueva edificación como la antigua me fascinan un montón en este país, su riqueza es tal que no sabría ni como calificarla.

Empezamos con algunos templecitos molones que hay por ahí.

Este templo está situado al borde del barrio de Harajuku, un sito de tiendas de ropa por excelencia, si te desvías del barullo de gente encuentras rinconcitos encantadores donde descansar tranquilamente.

 No solo los templos tienen sitio de oración, a veces encuentras pequeños santuarios en la calle. este en concreto de carácter shintoista con su mítico torii (鳥居) color rojizo. La urna que hay delante es para las limosnas de los feligreses.

Son bastante comunes estos pasillos de toriis antes de llegar a algún santuario, son caminos de limpieza espiritual en los cuales, yo con mi imponente 1'73m he de agacharme para no darme de bruces con ellos, así que imaginad la incomodidad para alguien de más de 1'80m. Esto nos da una idea de la estatura media que tenían los japoneses antaño, digo antaño porque ahora miden más o menos como nosotros, las nuevas generaciones ya se alimentan de forma más occidental y eso, no me preguntéis pq, a hecho que la media nacional haya aumentado considerablemente.

El santuario alrededor del barrio de Honhaneda (本羽田) cerca de mi primera habitación. Uno de los mucho que hay.

Trabajo en madera espectacular.

Una piedra sagrada, seguro que tiene su historia.

Según tengo entendido las estatuas con sombrero y capas de ropa están dedicadas a la protección de los más pequeños. Las tiras de colores que se ven son pequeñas grullas de papel como las que quizás hayáis visto en Hiroshima en recuerdo a la niña fallecida por radiación Sadako Sasaki (貞子佐々木). El 25 de octubre de 1955 murió después de padecer leucemia, conocida como la enfermedad de la bomba A, casi 10 años después de la detonación el 6 de agosto de 1945.

El foso del castillo del emperador o Nijubashi (二重橋).

Detalle de uno de los tejados. Las carpas en la decoración de los templos son comunes para invocar lluvia en caso de incendio.

Uno de los palacetes del jardín imperial en Chiyoda-ku (千依田区).

Pequeño cementerio al lado de una casa en Harajuku.

Cuando un árbol está envuelto con una soga y unos papeles que simbolizan rayos es que se considera sagrado.

Cualquier sitio es bueno para encontrar pequeñas representaciones religiosas. Serían el equivalente a los gnomos de jardín.

Foto en HDR de la plaza del santuario Meiji (明治) en Shibuya.

Ahora algo de arquitectura más moderna. Tokyo creció increíblemente después de la segunda  guerra mundial y se nota por la cantidad de edificación moderna y contemporánea que tiene.

Todos estos edificios pertenecen a la parte de Shinjuku, centro neurálgico de las finanzas en la ciudad, pero no el único, se podría decir que Ginza y Marunouchi son dos barrios también llenos de actividad.

Pequeño edificio que resiste al paso del tiempo. Una joya entre cemento.

Me llamó la atención que hasta los aires acondicionados son del mismo color que la fachada. Un ejemplo de estilo.

Una torre en Ginza que por la noche cambiaba de color, nada que me hizo gracia.

Mítico poste eléctrico. Está lleno de ellos y el motivo son los terremotos, es mucho más fácil reparar las líneas eléctricas si están en el exterior que tener que reventar el suelo cada vez que hay actividad sísmica, cosa muy corriente en todas las islas nipponas.

Ginza de noche. Aún me sorprende el gran gasto energético que hace este país.

Un poco de arte urbano, completamente ilegal, pero que también existe en una sociedad que no siempre es tan ejemplar como quiere aparentar.

Y otras cosas que me han gustado

Bicis tooneadas.

Estanque con carpas.

Motos molonas.

Árboles momia.

Flores.

Arañas

Cintas de colores

Tiendas con nombres familiares

Chapas curiosas

Bares típicos

Fruta almibarada.

Y máquinas expendedoras de tabaco y bebida. Esto en España sería imposible.

Para terminar esta entrada, que ha sido larga, una mención especial para mi familia, panaderos de toda la vida.

Heu vist família, aquí també fan bon pa, ja m'agradaria entrar a l'obrador i ensenyar les coses que a casa m'heu ensenyat durant tant de temps. Avi, Bruno, Antonio si fosiu aquí us nomenarien mestres i no hi hauria prou reveréncies per tots els anys que heu dedicat a un ofici, que per desgrácia, a deixat de ser el que era per convertir-se en un art menor procreat per fábriques i panificadores, allunyant a la gent d'un aliment primoprdial de qualitat.

Bueno, después de desquitarme un poco, solo me queda saludar a todo el mundo y como ya dije antes "Javi, primo, esta va a tu salud". Salut a tothom.